La creciente crisis de la piña

Los problemas con El Niño en los grandes países productores de piña –Tailandia, Filipinas e Indonesia–, además de problemas en la plantación de Del Monte en Kenia, han bajado los niveles de producción y causado otras complicaciones que están empeorando aún más el suministro de piña.

El Niño golpeó a Indonesia el año pasado, y las excesivas lluvias durante el último trimestre requerirán de algunos meses para que las plantas puedan recuperarse.

En Kenia, Del Monte Foods no renovó su contrato sobre su plantación de piña, y hay reportes sin confirmar de que miles de hectáreas están sin producir, de que su planta había estado cerrada durante meses al final del 2015, y de que ahora está cerrada por completo.

Tailandia ha sufrido de un tiempo caótico, con sequía e inundaciones severas simultáneamente en diferentes áreas del país, y tiene ahora su cuarta cosecha pequeña seguida de piña. El resultado ha sido menos fruta y competencia feroz entre los empacadores, peleando por la poca materia prima que hay.

Una complicación adicional es la tendencia de los campesinos a cortar la fruta inmadura y más pequeña de lo normal, resultando en fruta demasiado pequeña para las latas grandes, y con poco jugo. Esto también ha contribuido a la subida de precios.

Peor aún, la fruta inmadura tiene altos niveles de tannins, que causan un ennegrecimiento del interior de las latas y de la piña misma, especialmente cuando la piña es enlatada en su propio jugo.

Para resolver este problema, los empacadores han adoptado distintas tácticas: algunos simplemente han optado por evitar empacar piña en su jugo hasta que puedan garantizar el suministro de fruta madura, cosa que creen que será hacia mediados de 2016. Otros están empacando la piña en jugo en latas esmaltadas, o bien doradas o blancas, lo cual causa otros problemas, como producto con poco sabor, con color sin vida, y con menos vida útil.

Todo esto ha llevado a compradores internacionales a comprar en China y Vietnam, donde los empacadores han lidiado mejor este año que en años anteriores con la mayor demanda. Sus precios se han mantenido por debajo de los niveles del producto tailandés, y continúa habiendo disponibilidad de producto, sobre todo para pedidos pequeños.