Comparada con la cosecha pasada, esta debe ser más pequeña debido a la sequía y las altas temperaturas durante el verano. Algunos empacadores estiman la disminución en 30%, y que el precio de la materia prima subirá entre 10 y 15%.
El precio final dependerá de la demanda, ya que aun hay muchas existencias de producto viejo, así que la oferta total no deberá ser mucho menor que la de la cosecha pasada. Creemos que los precios serán racionales, aunque mayores que las ofertas actuales de producto viejo.
La producción comenzará probablemente un par de semanas más tarde que el año pasado, alrededor del 20 de octubre.
Advertimos que algunos empacadores quizás estén tentados a vender producto viejo como si fuera nuevo, alterando los códigos en las latas. Por esta razón, sugerimos enfáticamente que los clientes solo compren de suplidores de confianza para evitar problemas potenciales, tales como latas oxidadas, infladas, etc.